domingo, 1 de noviembre de 2009

Sexo cuando me apetece. Embarazo cuando lo decido.

Alguien dijo aquello de tristes tiempos cuando debemos alzar la voz para defender lo evidente. Sin embargo, entre tanto revuelo de sotanas, se hace necesario recordar al integrismo nacional-católico ciertas verdades:
  • Al contrario de como nos lo presentan los parabolanos del siglo XXI, abortar es siempre un trauma para la mujer que lo sufre: ninguna mujer abortaría por gusto o por placer, del mismo modo que nadie se sometería con placer a la amputación de un pie.
  •  El aborto se evitaría con una buena educación sexual en las escuelas donde se explicara, sobre todo a las chicas, los beneficios del uso de métodos anticonceptivos sin ningún subterfugio moral.
  • Resulta ridículo que hablen de la defensa de la familia aquellos y aquellas que han decidido aislarse del mundo mediante el celibato y han renunciado, de hecho, a formar una familia.
  • Hay muchos tipos de familia (y no me refiero a las monoparentales o a aquellas donde dos personas que se aman -hombres o mujeres ambos-educan con dignidad a sus hijos e hijas): también existen aquellas que desean planificar el número de hijos que quieren tener, no sólo existe el modelo Opus Dei del quesealoqueDiosquiera.
  • De la misma manera que una almendra no es un almendro, ni un huevo fecundado es una gallina, un feto no es una persona. Tampoco lo es un espermatozoide, ni un óvulo. Es antediluviano afirmar como se afirma que un óvulo fecundado de, por ejemplo, cuatro semanas es un ser humano: cuando los grupos integristas católicos nos muestran fetos de ocho meses en sus planfletos incendiarios diciendo que es eso lo que el médico extirpa del útero de la mujer que sufre un aborto no hacen más que ofender la inteligencia de quienes los leen. Otra cosa es el sentido común: a pocas (poquísimas) mujeres se les ocurriría abortar con un feto de, por ejemplo, seis meses en sus entrañas (por eso, precisamente, es lógica una Ley de Plazos).
Detrás de todas las argumentaciones de los llamados "antiabortistas" se esconden causas mucho más profundas que las que nos quieren demostrar: se trata, en definitiva, de la imposición de un modelo ideológico que incluye una idea del pecado donde el placer es negativo, una santificación del sufrimiento y una estructura social patrialcal que se basa en el sometimiento de la mujer al hombre. Porque lo que no quieren admitir es que los métodos anticonceptivos, el aborto entre ellos, han sido la herramienta fundamental de la emancipación (aún parcial hoy día) de la mujer, porque en la práctica es siempre la mujer quien se hace cargo de los hijos a cambio de sacrificar su vida social, laboral, profesional o intelectual.
Una mujer que planifica sus embarazos es una mujer más libre y un peligro para las concepciones primarias de los integrismos religiosos. Por eso tanto hincapié de las distintas religiones que glorifican el martirio y el sufrimiento (como la católica o el Islam) en intentar prohibir el aborto, el divorcio o cualquier otra cosa que socave la base del sistema por ellos establecido.
Y, por último, recordar una cosa a estos nuevos parabolanos: el sexo no sólo no es vicio o algo pecaminoso sino que es bueno y sano. Pero no sólo eso: el sexo es deseable y recomendable. Hace unas semanas escuché por la radio a un pobre hombre diciendo que el sexo era malo porque hay pederastas o violadores, argumentando que es a eso a lo que conduce el vicio: lo que decía este hombre es el equivalente a decir que comer es malo porque existen bulímicos o porque hay gente que le gusta tragar trocitos de vidrio.
Precisamente si nos dejáramos de milongas decomonónicas y se retozara más acabaríamos con tanta actitud hipócrita de aquellos que por la mañana despotrican contra la inmoralidad mientras por la noche acuden al prostíbulo o de aquellos que le dicen al oído a su discípulo: "de esto no se tiene que enterar tu padre".
Que ya huele.

8 comentarios:

  1. Enviada a meneame:
    http://meneame.net/story/sexo-cuando-apetece-embarazo-cuando-decido

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. aunque estoy de acuerdo contigo en casi todo lo que comentas, discrepo en este punto
    "- El aborto se evitaría con una buena educación sexual en las escuelas donde se explicara, sobre todo a las chicas, los beneficios del uso de métodos anticonceptivos sin ningún subterfugio moral."

    Lo que no me gusta es ese "sobre todo a las chica", ya que sinceramente creo que ya va siendo hora de que se eduque también a los chicos para que asuman el embarazo como una responsabilidad compartida, y ellos también se nieguen a mantener relaciones sin medios anticonceptivos, diga lo que diga la chica.

    Este no es un problema "de chicas", aunque seamos nosotras las que suframos las peores consecuencias, quienes escuchemos calificativos despectivos o ofensivos por ejercer nuestra libertad sexual del mismo modo en el que lo hacen los chicos, o igualmente despectivos ("estrecha, puritana" o similar) por "gallitos" que no asumen que el motivo para no mantener relaciones, puede estar precisamente en no querer mantenerlas con ellos en concreto, y no en cuestiones de puritanismo.
    Y por supuesto, también son las chicas quienes tienen que pasar por la experiencia del aborto, con todo lo que eso supone, tanto para su cuerpo como para su mente o el entorno social en el que vive.

    Sinceramente, creo que en el tema de la educación sexual, hay más trabajo pendiente con el género masculino que con el femenino

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  4. Totalmente de acuerdo contigo, Carmen.
    El "sobre todo a las chicas" era porque son (sois) las que sufren las peores consecuencias, pero lo que está claro es que la responsabilidad debe ser siempre compartida. Lo contrario sería apuntalar aún más el machismo.
    Un saludo

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  5. Jesús, un placer encontrarte en meneame, casí junto a mi propuesta sobre el mismo tema.
    No está mal no solo la coincidencia, tambien ese referente a tu apellido y mi apodo El pinto.
    Comparto tu comentario al que por supuesto he votado en meneame y seguiré visitandote.
    Salud

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  6. ¡Oxtrax! Esto no es casualidad, es algo más...
    Lo de "Pinto" no es mi apellido, es el mote de la familia en mi pueblo. En realidad, mis amigos y mis vecinos me conocen no por mi nombre o apellidos sino por mi "mote": El Pinto. ¡Palabra!

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  7. Pues nada que así es la vida. En el cado del abuelo Pinto, que lamentablemente no llegara a conocer, el mote se justifica por sus piel repleta de pecas, algo que servidor ha heredado.
    Espero pases por mi p´gina, veras como las coincidencias se amplifican.
    Saludos

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  8. No comento lo obvio. Sí apunto, que conozco, al menos, cuatro personas que fueron a la manifestación contra la "ley del aborto", que tienen en el curriculum de su vida, al menos un aborto. Nombre y apellidos; los tengo. Dos de ellas, con padres significados y conocidos por su cargo en el PP.
    Saludos a la hipocresía.
    *PD- Carmen, es cierto y no voy a ir más a allá que Jesús en su explicación, pero: es necesario remarcar el "ellas", porque, la realidad indica, que sois las más preocupadas, informadas y con mejor criterio a la hora de tomar una decisión. Nosotros, los hombres, ja!, estamos, salvo honrosas excepciones,algo más que despistados y al margen...por no utilizar palabras gruesas.
    Saludos.

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