sábado, 12 de septiembre de 2015

Ni fronteras ni banderas

Hay una teoría conspiranoica que dice que la mejor arma que tiene el poder para desactivar a la opinión pública es convertir un problema en moda. Hoy el objetivo de la cámara está puesto en los refugiados que acuden a Europa huyendo de la desesperación, pero es tanta la saturación mediática que tanto sufrimiento humano acabará por olvidarse, sobre todo cuando gane otro título nuestra selección. No existen los inmigrantes, solo personas que, como yo hoy, mi padre ayer y millones de seres humanos, se buscan la vida como y donde pueden. Ningún ser humano es ilegal. La foto es de una obra de Antonio Olmos, elaborada con la camiseta de un inmigrante abandonada en una patera, de hace años, cuando el sufrimiento no era moda sino una lacra a combatir.

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