sábado, 15 de mayo de 2010

Los intocables

Lo más sangrante del tijeretazo social del gobierno del PSOE no es que se haya cebado en los trabajadores (los funcionarios son éso, tanto los médicos o los maestros como los barrenderos o los bomberos) y en los pensionistas (algo increíble que nadie, ni el PP, se hubiese atrevido a tocar), sino la gran hipocresía (y hasta ridículo) que ha rodeado a la medida.
Ya no se trata tanto del papelón de un Gobierno que se achanta ante la llamada de papá Obama como de la hipocresía con que se habla de medidas inevitables.
Porque si es inevitable recortar gastos, tiene campo de sobra:
Métale la tijera a la Iglesia, señor Rodríguez (Zapatero). Entre asignación al clero vía IRPF, pago de los miles de sueldos de maestros de religión, financiación de las obras de mantenimiento y restauración de edificios y obras protegidas con fondos públicos (pero propiedad del clero) y subvenciones varias de diputaciones, autonomías, ayuntamientos, etc., la Santa Madre Iglesia se lleva un buen pegote del Presupuesto. Mucho más, por cierto, que el ahorro que supone todo el conjunto de medidas propuestas.
Por no hablar de los gastos de la Casa Real, de las tropas de apoyo a los Estados Unidos en Afganistán, etc. O, sobre todo, de los miles de millones de euros de subvención a las empresas en forma de contratos en prácticas, descuento por contrato de mujeres, parados de larga duración, etc. Y ni que hablar de la inyección de liquidez (léase miles de millones gratis a la banca para salvarla de la crisis que ella misma ayudó a provocar).
Pero, claro, éstos son intocables.
Así se veían de felices los representantes de los empresarios tras la entrevista con el Presi.
Y, para más Inri, la buena de la supervice de la Vega nos suelta que "el Gobierno siempre estará al lado de los trabajadores".
Joer, también los trabajadores tenemos intocables.
Y ya nos los están tocando.

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