martes, 8 de diciembre de 2009

Excomunión

Algo pasa en este país cuando nos escandalizamos por hechos evidentes.
Cuando hace unas semanas el mandamás de la Conferencia Episcopal dijo en público que todas aquellas personas que habían apoyado la Ley del aborto estaban en pecado, la caterva progre se echó las manos a la cabeza, capitaneada por el ciudadano de orden José Bono.
Pero, ¿qué esperaban? ¿Que un obispo saliese diciendo “pelillos a la mar”?¿Que se fuera de manifestación bajo la bandera arcoiris defendiendo el derecho de cualquier persona a disfrutar libremente de su sexo? ¿Que pidiera públicamente que se repartieran condones gratis y se declararan bien de utilidad social?
Los obispos españoles tienen una virtud de la que carece la mitad de la población que se dice progresista: son consecuentes. La religión católica considera el aborto un asesinato, del mismo modo que considera que practicar el sexo por placer es pecado y que soportar el dolor no sólo es bueno sino que también es deseable (cuanto más sufras, más te ganarás el cielo, un planteamiento que haría las delicias del bueno del Marqués de Sade).
Quienes no son consecuentes son todas aquellas personas que se dicen católicas y, al mismo tiempo, no aceptan su Credo. Una de dos: o se es católico con todas sus consecuencias o no se es, no hay término medio. Una persona podrá considerarse más o menos creyente, más o menos cristiana; pero si se define como católica es que acepta sus preceptos y sus dogmas. Es como si alguien se declara vegetariano y se escandaliza porque le dicen que no puede comer carne.
Sabiendo las reglas no valen las quejas. O, como dicen en mi pueblo, no se puede estar en el caldo y en las tajás.

4 comentarios:

  1. ¿Por qué es tan difícil apostatar y tan fácil ser excomulgado?

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  2. Como católico, estoy de acuerdo con todo lo que se dice en el blog, excepto que el dolor sea deseable por sí mismo. Y valoro también la coherencia en las demás religiones, empezando por el comunismo, cuyos dogmas me parecen tan ingenuos y fuera de la realidad (y peligrosos) como a un ateo le puedan parecer los míos. A pesar de lo cual creo que es posible un espacio de convivencia para todos.
    Un saludo cordial.

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  3. Bueno, técnicamente es indudable que el catolicismo exalta el dolor como vía de santificación: el sufrimiento es deseable en la medida de que es un camino para ganar el cielo.
    El sacrificio (que implica dolor) es inherente al cristianismo. No creo que esto sea objetivamente refutable.

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  4. Jesús, te iba a poner que tienes más razón que un santo pero no sé si te gustará el modismo...
    Lo cierto es que lo mismo pienso yo, aunque paradójicamente he comprobado que si manifiesto esta opinión me llaman carca a mí! Me ha pasado por ejemplo cuando digo que es absurdo que unos padres no católicos practicantes, incluso hasta amancebaos (jajaja), pongan el grito en el cielo cuando un cura no quiere bautizarles al niño...Pues yo lo veo normal, y mira que yo soy anticuras y que como mi abuelo y mi abuela no creo en Dios...Pero es que lo veo lógico, ese cura es consecuente!

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