Sin embargo, da igual que en el futuro sea un buen cirujano, un excelente albañil o un bombero de primera. Haga lo que haga, no podrá ser Jefe de Estado. Y no porque el chico no valga, no. Es que aquí el Jefe de Estado sólo puede ser el primogénito de esa familia de origen francés. Sí, esos, los Borbones.
Nadie lo ha votado, nadie lo ha elegido, a nadie le han preguntado: pero el próximo Jefe del Estado (y del Ejército) será un tal Felipe, hijo de esa señora griega tan maja y de ese señor que sale en los euros.
Sí, ya lo sé: estamos en el siglo XXI. Pero aquí hay cosas que no cambian.
Al menos para algunos. Para los que viven a cuerpo de rey.
Hoy más que nunca: ¡Viva la República!
Me encantan los artículos que escribes en clave humorística. Lo peor es que sea cierto.
ResponderEliminarEs que algunos temas, si no te los tomas a broma, son para echarse a llorar...
ResponderEliminarSaludetes.
Enhorabuena por tu blog.
ResponderEliminarMe parece que en algunos temas no eres imparcial, pero tienes frescura y buen humor, que hace falta en estos tiempos. Ojala no se te pase con los años. Aunque te ganes algunos enemigos, no tienes más que mirar en el foro de Miguel Esteban.
Un saludo
Lo de la imparcialidad no te lo voy a rebatir, porque, evidentemente, al tratarse de opinión personal siempre se es parcial, pero no tenemos que confundir parcialidad con equidistancia.
ResponderEliminarY por lo de los enemigos, es lo que tiene pensar. De todas formas, me he metido en el foro y no he visto nada sobre el particular.
Gracias por todo.