Da grima ver a los feroces adalides progresistas del "No a la guerra" justificando alegremente la intervención en Libia con los mismos argumentos que se opusieron a la de Irak.
Porque, seamos sinceros, esta es otra guerra del petróleo. Y nos afecta a Europa. En plena crisis económica, con recorte va y recorte viene, nuestros legales y progresistas gobiernos no podían tolerar el nivel de estrés a que está siendo sometido el mundo financiero y las fluctuaciones peligrosas del precio del petróleo. Había que intervenir, pero no en el Sáhara Occidental, ni en Yemen, ni en los Emiratos Árabes: esos están domesticados y modulan la producción de oro negro.
En cambio, Libia sí es un peligro (para las finanzas mundiales, claro). Así que, ¿para qué complicarnos? Usemos las mismas razones que en Irak, total, NADIE se va a quejar:
- Gadafi, como Sadam, es malo malísimo (aunque estuviese financiado por Europa hasta ayer mismo).
- Gadafi masacra a su pueblo (como Sadam a los kurdos, pero, ¡ojo!, mata peor que Mohamed V en el Sáhara).
- Nos amparamos en una resolución de la ONU que hemos manipulado (como la coalición de Irak). Se aprobó la zona de exclusión aérea, pero nosotros bombardeamos y preparamos la invasión terrestre.
- Cuando acabe el conflicto, ya se encargarán nuestras empresas de sacar tajada.
- Aquí no hay armas de destrucción masiva, pero hay mercenarios extranjeros pagados por Gadafi (¡ojo! No confundir con los soldados profesionales extranjeros que atiborran el Ejército de nuestro país, esos NO SON mercenarios).
- Tampoco hace falta que el Congreso apruebe la intervención, ¡quita de ahí esas pajas! Lo tramitamos por vía de urgencia (¡Ojo!, cuando Marruecos arrasó los campamentos de protesta del pueblo saharaui en El Aiun no había urgencia. Ni motivos). Ni tampoco la hay cuando en los Emiratos Árabes el gobierno reprime a sangre y fuego (es decir, disuelve) las protestas.
- Y, lo más importante: si alguien critica la intervención, decimos en la tele que es un pringao y un colgao, como Chávez (¡Ojo! Cuidadito con decir que a la intervención militar se oponen países serios como Brasil, Islandia o Rusia, o hasta la propia Liga Árabe).
¡Ya está! Sigamos las lecciones de Rebelión en la granja, de George Orwell: un poquito de espray y al final se leerá "Mol-a la guerra".
¡¡Hasta podemos salir en manifestación del brazo de Zapa y Rajoy, rodeados de los amiguitos de CiU, la patronal y los sindicatos verticales (perdón: mayoritarios), qué bonito, qué unidad!!
¡¡Mola la guerra!! ¡¡Mola la guerra!!
Esa es la triste realidad.
ResponderEliminarLos intereses por los que casi siempre se movilizan las naciones es por la codicia del dinero. El mayor negocio del mundo(petróleo), no los deja indiferentes y presionan para adueñarse de los pozos. Es verdad se repite lo mismo que en Irak.
Cuanta depravación y despilfarro de este recurso natural por la voracidad de consumo de países desarrollados y cuanta hipocresía se palpa en los gobernantes, dirigentes, consejos de seguridad, cuerpos de estado,organismos...que anteponen sus intereses capitalistas a los intereses humanitarios de todo un pueblo o nación.
Ahora queda ver si lo que pensaban solucionar en semanas no se alarga a años.
Lo peor de todo, Maribel, es que oficialmente estamos en guerra apoyando a un grupo de insurgentes de los que no sabemos nada. ¿Quienes son los que luchan contra Gadafi? ¿Son islamistas?¿Son defensores de la antigua monarquía libia (de corte medieval? ¿Son demócratas? ¿Son comunistas?
ResponderEliminarHemos dado un cheque en blanco que quizá un día paguemos caro. Y lo más triste es que quienes están declarando esta guerra sorda son los supuestos progresistas que se desgañitaban a gritos contra la guerra de Irak. Es demencial.