miércoles, 19 de marzo de 2008

Morir de honestidad

El problema más grave de Izquierda Unida es esa obsesión por cogérnosla con papel de fumar (perdonad lo machista de la expresión). Gastamos nuestras energías en debates estériles que tienen más de bizantinos que de otra cosa, y entre tanto remilgo la gente se desanima y se acaba quedando en casa más pronto que tarde.

El caso más claro fue el de las primarias. ¿A quién se le ocurre meterse en tal berenjenal a unos meses de las elecciones? La imagen de jaula de grillos que dimos fue antológica. Pero si descendemos a pie de calle la cosa no está mejor: la misma persona que ayer te critica por hacer la pinza al PSOE te acusa mañana de seguidismo a Zapatero. Y la mayoría, sin apenas excepción, acaba votando al PSOE.

No creo que en otras organizaciones tengan el mismo afán suicida. No hay más que mirar, por ejemplo, al PSOE: los mismos que ayer entregaron Navarra al PP porque pactar con el PNV un acuerdo de gobierno era anatema, hoy están gritando sus cantos de apareamiento con los otrora soberanistas a los cuatro vientos. Y a todos los votantes del PSOE les parece la octava maravilla política.

No soy partidario de aplicar a rajatabla una línea pragmática que nos convierta en una maquinaria institucional y punto, porque precisamente el mejor activo de Izquierda Unida es su pluralidad. Pero si seguimos matándonos por estupideces, por un corsé purista beato e inquisitorial, acabaremos muriéndonos de asfixia. Eso sí, orgullosos en nuestra tumba de no haber cedido un paso, embalsamados en nuestra propia honestidad.

1 comentario:

Los comentarios son libres y no serán censurados, enmendados ni retocados a cambio de una sola condición: que no se amparen en el anonimato. Por lo demás, se agradece que no uses lenguaje soez, injurioso, de escaso gusto o con faltas de respeto.